sábado, 8 de agosto de 2015

Movida en el Cementerio 3ª parte


Eulogio quiso levantarse al ver que cada vez había más sombras que se le iban acercando.

De nuevo se escucha la voz del cura, la cual se vuelve más grave, vibrante e interminable.

.-¿Te acuerdas de Rufo? , el pastor del pueblo, el que se pasaba la mayor parte del tiempo en el monte. Daba igual que fuera invierno o verano; y siempre día y noche. Nadie se dignó a visitarlo o preguntarle cómo estaba. ¡Sabes!, él siempre tuvo ganas de ser propietario de un cachito de tierra y un pequeño rebaño de ovejas.
Pero él sabía que era soñar con lo imposible. ¡Pues mira por donde, su sueño se hizo realidad!. Seguramente quiera enseñártelo.

.-Y Jenaro ¿Te acuerdas de él?. Sirvió mucho tiempo en vuestra casa. Bien que le hacíais trabajar.

Tu padre le vendió una casa toda caída junto con un trozo de tierra, a cuenta del trabajo que os hacía.

Bien que explotasteis al pobre Jenaro hasta que no pudo más. El único entretenimiento que tenia, era hacer cazuelas de barro que luego vosotros a base de patadas se las rompíais, mientras le decíais: ¡Tonto no pierdas el tiempo!, excusando el hecho con la frase ¡no me he dado cuenta! ¿No es así?
Ahora hace todas las vasijas; y el mismo las pisotea, porque le da la gana; sin que nadie le diga nada.
Eulogio se da cuenta de que la música seguía sonando; y las sombras que bailaban frenéticamente, estaban más cerca de él.
Éstas vestían con ropas de colores brillantes y su mirada era inerte.

Se volvió a sorprender al ver la contrariedad de los cambios que en esta ocasión generó la muerte: al ver a Carmencita : ( Niña de pelo corto que hacía dos años se ahogó en la acequia ) con un hermoso físico y pelo largo brillante que las luciérnagas aprovechaban para hacer sus nidos.

De pronto el ritmo de la música cambio por una “salsa“; y los muertos vivientes empezaron a bailar aún más deprisa y con mucha gracia.
Eulogio quiere levantarse, pero no puede. Es como si algo nacido de la tierra le retuviese.

Sus ojos se abrieron más; y es cuando por fin pudo mediar palabra.

Si no es por el peinado y la flor que tenia sobre el moño, Eulogio no hubiese podido reconocer a Clara.

.-¡Anda, pero si es la gorda de la señora Clara! .Siempre se la pillaba comiendo y por eso los chicos la llamaban la globo. Si te vieran ahora los del pueblo lo delgada que estás.

De nuevo la voz del cura es protagonista, pero esta vez en vez de sermonear se puso a cantar.

¡Ay la Clara la Clara la Clara ..! que antes era gorda y ahora esta delgada... solo como raíces en su covacha ….!

.-Son guasones estos habitantes del pueblo; y por lo que veo se montan buenas movidas.



Seguramente que mis amigos no aguantarían todo lo que yo estoy aguantando. ¡Son tan miedicas!.

Se decía con voz en alto.

.-¡Anda, pero si es Pepón ...el herrero!. Le gustaba el vino más que comer. Aguantaba cualquier broma que le hacíamos, con tal de que se le invitase a un chato de vino. Bueno, menos el día que Andrés le mezcló el vino con agua de caraña. Qué cara puso y como se enfadó el jodío. Eso sí, nos reímos hasta partirnos. 
                                       

Recuerdo que nos dijo que se las pagaríamos algún día. Pero le gustaba tanto el tintorro que le volvimos a invitar; y pelillos a la mar que aquí no ha pasado nada.


La música es cada vez más estrepitosamente estresante. Entre el ritmo salsa resuena el chocar de los huesos. Sin querer o queriendo, los esqueletos de los muertes se iban enredando, haciéndose un lio.
Eulogio, al ver tal albedrio, la valentía empezaba a desvanecerse y los nervios comenzaron a surgir.

En un momento se hizo un montón de preguntas: ¿Cómo era posible ver a los muertos?. ¿Cómo hacían para mantenerse en tan buen estado?. 

¿Después de la muerte, existe otra vida?. Preguntas que a causa del miedo no pudo esbozar.


El cura en ningún momento dejó de observar y escuchar a Eulogio.

.-Deja de cavilar, no sacarás nada en claro ¿No eres tan valiente como te piensas? Ahora será cuando demuestres tu valentía; y no más tarde. ¡Qué comience la fiesta!.

Cuando vuelvas al pueblo, te darás cuenta de muchas cosas y tus preguntas serán contestadas.